Valeria Parrella, como Raymond Carver o Truman Capote, es una maestra del cuento breve.
Mateo sería guitarrista rock sólo si dejara de ganarse la vida en una mísera imprenta que imprime copias piratas de Siddharta y El diario de Ana Frank. Una mujer ve morir acuchillado a su marido entre camorristas y camellos, pero paradójicamente esa muerte trágica le traerá la posibilidad de un nuevo amor... En una Nápoles donde el mar figura muy poco, aunque desprenda su olor a destinos cruzados, donde se espera siempre la llegada desde Roma de la policía para que mantenga el orden, donde el contrabando ha terminado y se ha perdido el norte, los protagonistas –sobre todo mujeres con los pies en la tierra– nos regalan historias auténticas. Una escritura visceral, sencilla, tragicómica que ha revolucionado la literatura italiana actual.