«El esloveno Lojze Kovacic ha escrito una magnífica crónica familiar, una de las grandes novelas del siglo XX»
Die Zeit
Antes del inicio de la segunda guerra mundial, Suiza expulsó de sus territorios a todos los inmigrantes de otros países y, entre ellos, también a la familia cuyo destino seguimos en Los inmigrados. El padre, que había abandonado Eslovenia cuando ésta todavía formaba parte del Imperio austrohúngaro, vuelve a Yugoslavia y asiste al desmoronamiento del nuevo país; la madre, de origen alemán, se siente desplazada en el nuevo entorno; la hija, que ha crecido en la abundancia, se encuentra aquí ante la pobreza... Cada uno de los miembros de la familia, con sus destinos individuales y colectivos, se siente expulsado en un mundo que es diferente y peligroso. Alojz Samson, el narrador de los hechos, es un niño de diez años que experimenta estos violentos cambios. Con una distancia emocional y racional, curioso e inquisitivo hacia el mundo, su identificación viene determinada por cada una de las sensaciones que su nueva vida imprime con toda su fuerza.