Aquel verano de 2004, José Viana no sospechaba que su vida daría un vuelco cuando la policía del aeropuerto lo telefoneó para resolver un problema jurídico con una viajera, una joven periodista recién llegada de Lisboa. Viana, ex militante del Partido Comunista Portugués, y abogado que reside y ejerce en Londres desde la década de los setenta, queda perturbado al ver a la periodista: es, literalmente, idéntica a una mujer llamada Marta Bernardo, un amor de juventud, ya perdido, una antigua camarada de los tiempos de la clandestinidad. Ese encuentro marcará a Viana, que, confuso, cree hallarse en un sueño, o, más bien, en una pesadilla, y le llevará a recordar su pasado, su precipitada salida de Portugal y todo lo que dejó allí. No será el único en ver cómo las cosas toman un rumbo imprevisible: también la vida de la joven periodista, todavía tan llena de expectativas como de inseguridades, va a sufrir metamorfosis inesperadas. Helder Macedo aborda en esta inteligente novela uno de sus temas predilectos: el modo en que los portugueses viven su propia historia: «La principal víctima de Helder Macedo es la célebre “identidad portuguesa”» (Paulo Roberto Pires, Época). Y lo hace con un sarcasmo sutil, para así mejor revelar el dolor producido por un gran sueño que jamás llegó a hacerse realidad.