La escritura de Laurence Sterne (1713-1768), nacido en Irlanda, brota de la corriente que abrieron Rabelais y Cervantes, y que habría de llegar hasta Joyce. "Tristram Shandy" es una pieza clave en la formación de la novela moderna.
El lector actual que se acerca a la obra más famosa de Sterne descubre con asombro cómo la veta subversiva que alienta la narración desborda los límites de la peripecia para contaminar las mismas convenciones del género. La autorreferencia, la paradoja y el subjetivismo se alían con la explotación de los recursos tipográficos para crear, además, una de las novelas más divertidas de la literatura inglesa.