Una joven chef de cocina conoce a un agente literario en una cena de negocios y, ante su insistencia, decide escribir su primera novela. Todo empieza cuando ella se encuentra buscando la frase inicial del texto mientras mantiene un desafortunado contacto sexual con el agente, a cuatro patas, desnuda, en el recibidor de su piso modernista. Su consuelo es pensar que como mínimo ya tiene tema: la historia de una familia de religión protestante muy parecida a la suya. A medida que vaya conociendo a sus antepasados descubrirá que se ha perdido mucho por el camino. Ellos tenían algo que les mantenía unidos, una fe por la cual luchar. Ella es una persona vacía, ambiciosa y llena de dudas. Tiene una madre excéntrica a la que no entiende, un padre solitario, un cuñado líder de una secta y un novio a quien no quiere. Pasado y presente se intercalarán a un ritmo frenético. Lírica y sarcasmo, ternura y humor ácido se harán la competencia en esta caricatura de una comunidad desconocida de nuestra sociedad.
«Sin piedad, sin complejos, sin proselitismo: con la sinceridad como artificio, Ada Castells ha escrito una obra perfectamente contemporánea» (Vicenç Pagès, El Periódico).
«Es un libro que impacta desde el primer momento. Ada Castells es cáustica pero no destructiva» (Joan Josep lsern, Avui).
«Opta por la narración, a la manera de Laurence Sterne, ingeniosamente asistemática» (Anna M. Gil, La Vanguardia).
«Un libro sorprendente. No ha dejado de suscitar comentarios. En el mundo evangélico más bien el estupor. Cuando no, el escándalo» (Juan Sauter, Cristianismo Protestante).
«Ada Castells ha hecho diana con su primera novela» (Biel Mesquida).