La deslucida corte de Don Juan en Estoril, el luminoso Madrid de la Gran Vía, las barriadas siempre inacabadas del desarrollismo franquista constituyen los escenarios de esta historia de lealtades y traiciones, de afectos escondidos e inevitables dolores. Es la España de finales de los sesenta, y la pequeña María sueña con formar parte de una familia que no es la suya. ¿Por qué el ser humano no tiene derecho a elegir a sus propios padres? Ésta es la pregunta que parece planear sobre la peculiar peripecia de la niña protagonista, y a esa pregunta no tardan en unirse muchas otras: ¿existe la felicidad?, ¿todas las personas tienen un secreto que ocultar?, ¿por qué las ilusiones parecen destinadas a convertirse en desilusiones?
La historia de María es, ¿cómo no?, una historia de aprendizaje, de iniciación a la vida, pero también una historia de gente que vive en las afueras de la sociedad. De estafadores irresistibles, de idealistas jubilosos, de perdedores sin remedio: ése es el mundo en el que la pequeña María se adentra.
Con María bonita vuelve Martínez de Pisón a la familia y a la infancia, dos territorios literarios que ya había explorado espléndidamente en algunos de sus libros más apreciados, como La ternura del dragón, El fin de los buenos tiempos o Carreteras secundarias.