Blanca es una modelo sometida a la dictadura de la imagen. Un mal día se le detecta una enfermedad que la volverá invisible y deberá aprender a relacionarse con la gente prescindiendo de su belleza. Tendrá que aprender una nueva manera de vivir en la oscuridad y, por encima de todo, tendrá que aprender a vivir consigo misma.
El único testigo de su transformación es un detective fallecido en acto de servicio, que la observa desde el más allá. Pero, de repente, aparece la mujer del escritor rompiendo la trama de Mirada: ¿quién se puede creer la historia de una modelo que se vuelve invisible? ¿quién cree todavía en la ficción?
Con su segunda novela, Ada Castells confirma las expectativas que suscitó El dedo del ángel, «una novela que rompe todos los moldes» (Care Santos, El Cultural), narrada con «un desparpajo y una gracia absolutamente oxigenantes» (Ana Rodríguez Fischer, Abc).