Estamos en 1980, en West Yorkshire. El Destripador ya ha matado a trece mujeres y parece que la policía no tiene rastros para dar con el asesino, así que el Ministerio del Interior organiza un nuevo equipo de investigadores y pone al frente a Peter Hunter, comisario jefe del Gran Manchester, para esclarecer este asunto. Hunter no será bien recibido y caerá en una trama de corrupción, infernal y peligrosa.