Primera gran obra de Beauvoir que se compone de cinco relatos en los que se juega con la ironía del título: mujeres que, interiormente liberadas de la opresión del medio, ven cómo lo religioso se convierte en lúbrico, lo espiritual en carnal. En definitiva, mujeres víctimas de su propia espiritualidad, que les dificulta enormemente enfrentarse con éxito a la vida cotidiana.