La historia es «algo que sucede mientras estás colgado». Por eso, a pesar de que El accidente del teletransporte empieza en Berlín y en pleno auge del nazismo, no es una novela sobre los nazis. La novela trata de las dos obsesiones del escenógrafo Egon Loeser: volver a hacer el amor con una mujer y montar un escenario que reproduzca un artilugio inventado en el Renacimiento capaz de mover a los actores en el espacio y en el tiempo. Una novela de aventuras llena de guiños históricos donde, como telón de fondo, se reconstruye el ambiente de las fiestas del Berlín de la década de 1930 y donde aparecen Brecht, Sartre, el París de Hemingway y Picasso y el Los Ángeles de los judíos exilados, los millonarios y los excomunistas. Un homenaje a la imaginación.