Este libro no es desde luego una antología, sino sólo una invitación a la poesía. No es un libro que pretenda influir en el «mundo poético», ni ambiciona marcar un canon, ni defiende a una escuela determinada, ni quiere hacer la fotografía de una generación, ni respeta la «suficiente perspectiva», ni aspira a sistematizar nada. Es una recopilación de voces dispersas, un balance de versos aventados en el bieldo de nuestro tiempo.