Robert Alexander Schumann es uno de los grandes compositores del lied, y esta forma musical estaría incompleta sin su aportación. Si los compositores del lied los redujéramos a los dedos de una mano, él sería uno de los cinco. Schumann ocupa un lugar entre dos gigantes, Franz Schubert y Hugo Wolf, dos pilares que abarcan un espacio de casi un siglo. Como ellos, tiene en su haber un año maravilloso en el que compuso más de un centenar de lieder y, también al igual que ellos, algunos de sus ciclos han alcanzado la inmortalidad, como Frauenliebe und Leben, op. 42 y Dichterliebe, op. 48.
Al referirse a su obra, es casi inevitable clasificarla en tres etapas conocidas por las tres ciudades en las que residió, prescindiendo de su infancia en Zwickau y de sus últimos años pasados en el hospital psiquiátrico de Endenich: Leipzig, hasta 1844 inclusive; Dresde, entre 1845 y 1850, y Düsseldorf, desde 1851 hasta su muerte en 1856.
Eric Sams estudia sus lieder teniendo en cuenta esas etapas, y Fischer-Dieskau también hace lo propio a la par que va desgranando su biografía. Otros, como Brigitte François-Sappey o Blas Matamoro lo hacen por grupos en un orden distinto del número de opus. Fernando Pérez Cárceles ha optado por seguir rigurosamente el orden establecido en el extraordinario catálogo de Schumann debido a la pluma de Margit L. McCorkle y que lleva por título Robert Schumann. Thematisch-Bibliographisches Werkverzeichnis. Ha incluido en el apéndice, por otra parte, los poemas originales españoles que tradujo Emanuel Geibel y que Schumann utilizó para otros dos ciclos.
Para escuchar las canciones contamos con tres integrales: la de Fischer-Dieskau en DG (aunque faltan los lieder femeninos, obviamente), la de Graham Johnson en Hyperion (espléndidos libros de notas del pianista) y la del sello Naxos.