Dos figuras reales del Siglo de Oro, las escritoras María de Zayas y Ana Caro de Mallén, más conocidas por sus obras que por su borroso itinerario vital, protagonizan esta novela absorbente y perturbadora. De ellas se sabe que convivieron en el Madrid de 1637, cuando doña Ana llegó a la capital del reino para dar impulso a su carrera literaria. A partir de los documentos encontrados por una profesora universitaria –entre ellos dos testimonios autobiográficos: una carta de Ana Caro y otra de María de Zayas– se narran las apasionantes peripecias de las dos autoras, a la vez que nos sumergimos en el contradictorio mundo de la cultura del Barroco. La novela da comienzo con un macabro hallazgo: tras el muro de una casa, ha aparecido el cadáver momificado de una mujer. Y en los ropajes de la emparedada pueden leerse –bordadas en hilo carmesí– estas misteriosas palabras: «Mi hermano me puso aquí».