Cuando os hagáis pequeños,
no tendréis que ir a trabajar.
En vez de eso, podréis saltar en los charcos
hasta convertiros en ranas…
De todos los dichos sobre la infancia, probablemente
el del escritor austriaco Rainer Rilke sea el más conocido
y repetido: “La única patria que tiene el hombre”. En vez
de contar cómo será el mundo que se encuentren los niños
y niñas cuando se hagan mayores, este relato invierte el papel
de los narradores y sus destinatarios. “Cuando os hagáis
pequeños” se dirige también a los adultos y cuenta, desde
la perspectiva infantil, qué mundo se encontrarían los mayores
en el hipotético caso de que se alterase el ritmo vital.