Se conocen numerosas figuras sobrenaturales a quienes se ha atribuido la edificación del espacio o la transmisión de las técnicas constructivas a los humanos. En la cultura clásica, Atenea, patrona de Atenas, es quizás la más popular pero fue Foroneo el que “reunió por primera vez en una comunidad a los habitantes”. Asimismo, Asmodeo, descendiente de Adán (que no de Eva), trasmitió a los hombres las artes de la geometría o el álgebra. También la mitología egipcia relacionaba a Seshat, diosa de la escritura, con la creación, el diseño del universo que realizaba con un estilete.
En este libro están presentes los principales héroes y dioses que en las culturas antiguas de Oriente y Occidente han desempeñado el papel de arquitecto. Todos fueron inventados para dar cuenta de acciones colosales, con tal impacto que resultaba difícil responsabilizar a un simple mortal de su diseño. Estos mitos reflejan la imagen que los humanos se hacían de quienes, bajo las órdenes del cielo o el infierno, repetían la creación del universo cuando fundaban templos, palacios y ciudades, una imagen que podría hallarse en el origen de la percepción contradictoria que el arquitecto y la arquitectura suscitan hoy.