Juan Goytisolo, con su pasión y maestría literaria características, abre en canal la sociedad del Estambul otomano, desde los sultanes hasta los jenízaros, apegada tenazmente a las tradiciones, igualitaria y móvil, y nos da a conocer las creencias, las tradiciones, las costumbres, en suma, la forma de vivir y de morir de las gentes que conformaron, desde su profundo apego a la naturaleza hasta sus rituales de tránsito, desde el hammam hasta el mazarlik, pasando por el Gran Bazar y los caravanserrallos. Asistimos, pues, a la exaltación y reivindicación de una sociedad mucho más libre de lo que se nos ha hecho creer, y sin cuya volubilidad cultural y artística sería imposible entender la literatura y artes occidentales.