A ras de suelo: no hundiéndose en la tierra, sino buscando el aire. Así nos han contado que avanzan las raíces aéreas, y así —en cierto modo— arraiga la poesía de Patricia Gonzalo de Jesús: buscando la luz desde la extrañeza, desde la voluntad firme y hermosa de no saber y querer al mismo tiempo. Una poesía que se nutre en los orígenes, y que entiende que nos formamos —y nos forjamos— por quiénes somos y por quiénes nos fueron. Hay ternura en este libro, e ironía, y asombro, y una voz cuyas referencias quizá no nos suenen familiares, pero que ahonda en nosotros, y con nosotros permanece. Estas raíces crecen hacia la piel mientras crecen hacia el cielo.