El agua marina tiene un gran potencial para restaurar la salud, ya que es una fuente de minerales y
elementos esenciales para el equilibrio del organismo. De hecho, los beneficios del mar eran conocidos desde la
Antigüedad y los padres de la moderna medicina, de Hipócrates hasta Avicena, lo utilizaron para sanar a sus enfermos.
Pero el gran impulso en la terapia marina lo dio el investigador francés René Quinton, que consiguió curar muchas
enfermedades consideradas incontrolables en aquella época gracias al agua de mar. Actualmente, la técnica de Quinton,
que incluye beber agua marina en determinadas cantidades y condiciones, es usada por muchos médicos con resultados
excelentes.