Escrito con la misma agilidad y gracia que ¡Salva al gato!, en ¡Salva al gato! Va al cine el autor insiste en su teoría de que los verdaderos «géneros cinematográficos» no son los clásicos (acción, amor, oeste, policíaco...) sino una serie de diez situaciones que se repiten en las mejores películas y en la importancia de la estructura que todo buen guión debe tener. Y lo hace de una manera muy práctica analizando, uno a uno, más de cincuenta guiones de películas de éxito para justificar su propuesta. Se trata pues de una ilustración práctica, a través de guiones y películas concretas, de las ideas que todo guionista profesional, según el autor, debe manejar.