Durante la temporada de los accidentes los huesos se rompen, la piel se desgarra y las contusiones brotan como frutos violentos de una semilla desconocida.
Cada año, a finales de octubre, y después de la muerte de varios de sus parientes, la familia de Cara se vuelve inexplicablemente propensa a los accidentes. A pesar de que guardan bajo llave los cuchillos, acolchan los bordes afilados de las mesas y desconectan los aparatos eléctricos, los incidentes los persiguen dondequiera que vayan. La temporada de los accidentes se convierte en un temor obsesivo y creciente.
Poco a poco Cara descubrirá que no todas las cicatrices provocadas por la temporada de los accidentes son físicas, y que sus orígenes más oscuros se hallan relacionados con los secretos ocultos de cada uno de los miembros de su familia.