El narrador de Camino a Trinidad regresa después de una larga ausencia a La Paz (Bolivia) con la idea de reconstruir el viaje que hizo por un río amazónico desde Puerto Villarroel, en el Chapare, hasta Trinidad. Fue en el año 1977, durante la dictadura de Hugo Bánzer. El amigo con el que compartió aquel trayecto desapareció un par de años después en el Caribe y nunca más se supo de él. Han pasado tres décadas desde que recibió aquella aciaga noticia y piensa que si investiga lo que pasó con su amigo quizá pueda entender qué ocurrió con las ilusiones que ambos compartían entonces. Así que vuelve atrás tirando del hilo de aquel remoto viaje en el que no dejaron de barajar el desafío de transformar radicalmente el mundo, fascinados con la idea de la revolución. En el retorno a aquellos tiempos y lugares se irá encontrando con algunas vidas rotas, con la fracasada aventura de la guerrilla de Teoponte, y acabará por enredarse en la evocación de las tristes circunstancias en las que Nietzsche concibió Así habló Zaratustra, el libro que descubrió por aquellos días. El recorrido le va revelando cuán escaso es el margen de maniobra del que dispone cada individuo frente al insoportable peso y la influencia del «espíritu de una época».
José Andrés Rojo nació en La Paz, Bolivia, en 1958. Cuando tenía trece años se trasladó a España. Licenciado en Sociología por la Universidad Complutense, ha publicado Hotel Madrid (Fondo de Cultura Económica, 1988), un ensayo sobre la cultura juvenil de los años ochenta; Peter Gabriel (Cátedra, 1994) y Vicente Rojo. Retrato de un general republicano (Tusquets, 2006; XVIII Premio Comillas), y ha participado en el volumen colectivo coordinado por Ángel Viñas En el combate por la Historia: La República, la guerra civil, el franquismo (Pasado y Presente, 2012). Se incorporó al diario El País en 1992, y ha estado vinculado desde entonces al suplemento Babelia, a Cultura y, desde 2009, a Opinión.