Li Tai Po o Li Po, en pronunciación regional y antigua, Li Tai Bai o Li Bai en la lengua china oficial contemporánea, putonghua, es para muchos el más importante de los poetas de la dinastía Tang y de toda la historia literaria de China. Símbolo, incluso, de la poesía misma.
Su imagen de hombre libre, simpático, alegre, enérgico, amigable y espontáneo; su amor por la embriaguez, que sin pretensiones ofrece estados trascendentales de la mente; su fidelidad a los amigos de toda clase social; su admiración por la naturaleza y su devoción por la armonía universal, en el más puro estilo taoísta, son características tan personales que no sólo lo definen, sino que nos lo acercan como a un ser muy humano, desbordante de vida.
A pesar de la lejanía cultural y temporal, su obra tiene la virtud de despertar en nosotros un renovador gozo estético por su belleza de formas y su temática. Admiramos, en virtud de la palabra bien dicha, una personalidad excepcional. Al leerlo se tiene la vivencia intensa de un poeta que pertenece al mundo.
Sus versos nos acercan a un ser humano real, de fuerte temperamento, muy sensible y cordial. La energía que recorre sus líneas, concisas e imaginativas, transmite calor, sinceridad, entusiasmo, vida. Así se explica su difusión en ambientes disímiles por la cultura, el espacio o el tiempo.
Teniendo en cuenta tan sólo las dimensiones chinas de su popularidad, se puede afirmar, sin duda alguna, que Li Bai ha sido y sigue siendo el poeta más leído de la historia del mundo.