"Toni Catany. Cuando ir era volver", tiene un evidente carácter retrospectivo, a la vez que propone mostrar un Catany diferente de como habitualmente se le conoce y del recuerdo que se tiene de su trabajo, exhibiendo una parte de sus fotografías hasta ahora desconocidas para el gran público.
La obra de Catany tiene una gran vocación pictórica en la que predominan temas como el retrato, la naturaleza muerta, el desnudo o el paisaje, fotografiados con una sensibilidad y una estética muy personales. Etiquetada a menudo de "clásica", "tradicional" y "nostálgica", es también audaz y repleta de sorpresas: una obra moderna.