Los Sonetos, publicados en 1609, cumplen con las exigencias formales del soneto inglés, derivado del petrarquismo, y aunque difieren de los escritos por predecesores y contemporáneos, el tema predominante es el amor. En estas composiciones en apariencia dedicadas a un joven y a una ?dama oscura?, Shakespeare despoja al soneto del componente de artificio que lo había marcado durante siglos e incorpora la ironía, la ambivalencia emocional y los motivos universales del amor: el sufrimiento, los celos, los reproches, las traiciones, el hastío, la melancolía incurable, etc.
Estos sonetos, que según Giuseppe Tomasi di Lampedusa cabría situar ?entre las tres o cuatro más insignes colecciones de lírica?, tienen, además, la cualidad de ?hacer comprender mejor, la de acercarnos, en sus miserias y sus vergüenzas, a Shakespeare; la de hacernos entender mejor las obras maestras teatrales, puesto que si no conociéramos ?le dessous des cartes? (la trastienda) tendrían el aire un poco exagerado de haber sido dictadas por Dios?.