-Por favor, tráeme una rosa-, le pide Bella a su padre al marchar. Pero la rosa que corta procede del jardín de un horrible monstruo, la Bestia, quien, a modo de castigo, le pide a cambio que permita que su hija viva con él. Bella acude por propia voluntad para salvar a su padre y, conforme va conociendo a la Bestia, consigue apreciar que, a pesar de mostrar un aspecto feo y terrorífico, posee una naturaleza de enorme bondad. Sin embargo, ¿podrá llegar a amarlo?
Las ilustraciones, los dibujos, patrones y diseños de este libro se inspiran en la obra de Walter Crane, cuya edición de La Bella y la Bestia se publicó en 1874.