La ciudad que robó el sueño a Federico García Lorca es la misma tierra que casi un siglo más tarde, en el mismo idioma —el de la palabra como pura música e imagen elegante—, desvela a Almudena Vidorreta. Y a la vez es una ciudad distinta, marcada por otro dolor: el de la vida «inesperada». Nueva York sin querer es un libro de poemas que se escribe y que, a la vez, ocurre: en ese tiempo y en ese espacio únicos coinciden los recorridos por una tierra de «hombres en manada», la reconstrucción de una voz que se alza lejos de su origen, y la creencia de que el amor por la literatura —y el amor, sin más y sin menos— nos salvará.