Los dieciséis relatos que dieron a conocer a Miranda July, el icono indie americano.
Una mujer da rienda suelta a sus fantasías tras dormirse en el hombro de su vecino mientras él sufre un ataque de epilepsia. Una joven encuentra sentido a su vida dando clases de natación a tres ancianos en la cocina de su casa, sin más agua que la que cabe en una palangana. Una chica desesperadamente enamorada de su mejor amiga hace más llevadero el rechazo desnudándose ante extraños. Dos completas desconocidas se funden en un llanto compartido durante un cursillo para aprender a ser más románticas.
Los solitarios protagonistas de estos dieciséis relatos intentan conectar con los demás del modo más extraño. Con una ironía agridulce y un erotismo punzante, Miranda July convierte las situaciones más bizarras en escenas de una humanidad reveladora.
Este conjunto de historias supuso el debut de una autora que sorprendió con un universo literario rompedor, de una artista que ignora la realidad y flirtea con el surrealismo para centrarse en lo esencial. En sus manos, toda lógica explosiona y el lenguaje se convierte en la mejor herramienta para reconfigurar el mundo. Directos y sin complejos, estos relatos ofrecen comprensión y demuestran que nunca es tarde para elaborar una nueva teoría sobre quiénes somos, ponerle música y bailar como si no hubiera mañana.
Críticas:
«Cautivador, bellamente escrito, para reír a carcajadas.»
Dave Eggers
«Las ingeniosas historias de July pasan de la diversión más disparatada a la tristeza más desgarradora. Están plagadas de observaciones irónicas y verdades caseras sobre la vida moderna.»
The Daily Telegraph
«Miranda July es una docente del lenguaje, una #Maga# (en el sentido cortazariano del término) de la literatura cuyos personajes narrativos evocan a aquellos que Diane Arbus capturó con el objetivo de su cámara.»
Inés Martín Rodrigo, ABC
«Sus personajes, dotados de una suave excentricidad, son frágiles y entrañables [...]. MirandaJuly tiene una gran habilidad para llevar al lector hacia su mundo marginal e insólito para así poder contar mejor lo esencial.»
Le Figaro