Finales de verano de 1972. Del puerto de Lisboa zarpa el Renaissance, la joya de la corona de los cruceros Paquet, una de las embarcaciones francesas más exclusivas de entre las que cruzan el Mediterráneo. A bordo del barco se encuentra Arturo Benedetti Michelangeli, uno de los más grandes pianistas de la época, quien ofrecerá durante el viaje un concierto ante un selecto grupo de pasajeros. Resulta increíble que esta leyenda viva del piano, que destaca por su compostura aristocrática, su increíble refinamiento interpretativo y su obsesivo perfeccionismo, esté dispuesta a tocar en un crucero. En efecto, nada más empezar la travesía, estalla una disputa entre los organizadores del concierto y el músico, insatisfecho con el instrumento y con las condiciones de la sala.