Las semillas son un prodigio de humildad y fuerza. Pueden ser diminutas como el polvo o grandes como un balón de fútbol. Pueden esperar cientos de años a que llegue un momento favorable para germinar. Por eso emprenden largos viajes cruzando mares, volando, o agarrándose a nuestros calcetines hasta encontrar un lugar adecuado.
Para moverse algunas llevan alas, otras ganchos, o flotadores, sustancias pegajosas, por ejemplo. Las semillas son la mejor herramienta que tiene la humanidad para vencer al hambre y, además, nos proveen de algodón, aceites, barnices y muchas cosas más.
Hay mucho que aprender de las semillas, de su vida, su paciencia, y su perseverancia. ¡Acompaña las semillas en su viaje hacia la vida!