En una Varsovia ocupada por el ejército alemán, el pequeño Pawel –imaginativo, curioso e impresionable– crece protegido en el ambiente familiar de su hogar, rodeado de mujeres: su abuela materna, su tía Joanna y, sobre todo, su madre Zofia, una mujer dividida entre el amor a su hijo y el pesar por la pérdida de independencia que la maternidad le impone, alejándola de su chelo, de sus añoradas lecturas y, en definitiva, de su yo más íntimo. Para Pawel, ese hogar es su mundo, y está a punto de perderlo. Una noche, su padre, miembro de la resistencia, lleva a casa a un piloto británico herido de gravedad, lo que desencadena una serie de acontecimientos que obligarán a madre e hijo a huir y esconderse en el bosque.
Décadas después, Pawel y Zofia viven en Inglaterra. Él, sin embargo, es incapaz de dejar atrás el recuerdo de aquel bosque, en el que durante meses él y su madre sobrevivieron refugiados en un establo. Lejos de lo que le era familiar y en medio de la naturaleza –en ese limbo lleno de calma, belleza y misterio–, por primera vez el niño huidizo y temeroso se atrevió a explorar el mundo que lo rodeaba. El bosque representará para siempre una bisagra entre sus dos existencias, en Polonia e Inglaterra. Una nueva vida que sería casi perfecta si no fuera por los secretos que, al salir a la luz, abren una brecha que lo separa de Zofia...
Una novela intimista y conmovedora sobre la siempre especial relación de una madre y un hijo, el descubrimiento de la naturaleza, y sobre la manera en que el arte puede salvar la vida de la gente incluso en las circunstancias existenciales más desesperanzadas, con la que Nell Leyshon regresa al universo emocional de su gran éxito Del color de la leche.