Fueron casi dos años los que viví en Mallorca, en Palma, en el legendario barrio del Terreno. A veces pienso que el llamado Mayo del 68 hizo posible que algunos hijos de familias trabajadoras convivieran un rato con algunos hijos de familias burguesas. Y eso creo que sucedió en mis días ‘terrenales’.
Nunca, salvo cuando ejerzo de periodista, vivo en la realidad sino en la ficción. Lo digo porque algunos de los protagonistas de este libro están inspirados en personas reales, pero otros solo han existido y siguen existiendo en mi imaginación.
Suelo viajar frecuentemente a Mallorca, esa isla a la que tanto debo. Al Terreno decidí que sólo volvería cuando sea verdad lo que algunos amigos me aseguran: que ese barrio recuperará buena parte de su personalidad perdida. Que así sea. Nada me haría más feliz que comprobar que el Terreno ha resucitado mientras yo escribía este libro.
Arturo San Agustín