En el ámbito personal, la ciberseguridad forma parte de nuestro día a día, aunque no seamos conscientes. El uso de los diferentes servicios, como el correo electrónico, las redes sociales, nuestros dispositivos personales, etc., supone asumir determinadas conductas de riesgo de las que si desconocemos las amenazas podrían provocar problemas, como la suplantación de identidad, robo de credenciales, secuestro de dispositivos, etc. Si esto lo trasladamos a un ámbito corporativo o empresarial, las consecuencias podrían ser desastrosas. A lo largo de esta Guía, se pretenden dar respuestas e información relacionada con los riesgos existentes y las medidas para protegernos frente a ellos, no sólo desde una perspectiva de concienciación, sino también desde la parte más operativa y práctica.