El sindicato del crimen, la antología que provocó tanto revuelo en los años noventa, es una obra fundamental para entender cómo se ha valorado la poesía española de las últimas décadas. ¿Qué otra antología pone en el punto de mira a poetas ramplones y corruptos poética y políticamente? ¿Dónde encontramos mejores ejemplos de poetas ambiciosos, que se enfrentan al desasosiego con lucidez y delicadeza sin que muchos críticos se den cuenta? El sindicato del crimen quería desenmascarar a una mafia poética para que el público rechazara sus malas artes. Pero aquellos poetas, en vez de caer fulminados, sólo han crecido en prestigio y popularidad. Es difícil deshacerse de las mafias, sobre todo las que se dedican a la poesía lírica. Eligio Rabanera perdió su guerra poética, pero supo identificar a los que hoy son grandes poetas contemporáneos. Esta edición cuasi-facsímil celebra el éxito de su antología, que acaba de cumplir veinticinco años. A.E.