A sus dieciocho años, Lela solo sabe que tiene que asesinar a su profesor de Historia y que le espera una vida nueva más allá del campo de peras, un lugar en apariencia hermoso en el que ocurren terribles atrocidades.
En las afueras de Tiflis, en una Georgia recién independizada, se encuentra la Escuela para Niños con Discapacidades Intelectuales. Olvidados por sus padres, los alumnos del centro reciben lecciones de supervivencia, salpicadas de violencia y abandono.
Sin ningún lugar al que ir, Lela decide quedarse para planear el crimen y cuidar de su amigo Irakli, que se niega a creer lo que todos saben: su madre jamás volverá a recogerlo. Cuando una pareja norteamericana decide adoptar a un niño, su sueño amenaza con hacerse realidad de la forma más extraña.
Una novela sobre las víctimas, pero no sobre el victimismo. Sobre la violencia, contada sin patetismo. Sobre la crudeza de la vida y sus momentos de luz. Sobre la crueldad y la solidaridad de los que no tienen nada. Sobre
la realidad y sobre la esperanza.