Desde el momento en que entraron en juego las nuevas tecnologías aplicadas a la grabación y, sobre todo, la reproducción de música –y no únicamente música, sino también la señal que emite nuestro televisor, las salas de cine o los teléfonos móviles–, nuestro oído se ha acostumbrado a nuevas frecuencias y a una dimensión completamente inesperada del sonido que se define a partir del paradigma digital. El sonido digital es limpio, carente de impurezas, comprimido, a veces aséptico. Al escuchar música en MP3 o streaming, en realidad estamos escuchando una parte limitada de todo lo que podríamos llegar a percibir si la estuviéramos escuchando en vivo, o grabada y reproducida con la antigua tecnología analógica.
¿Qué aspectos positivos y negativos tiene esta transformación? ¿Es inevitable el camino que estamos emprendiendo como sociedad que escucha, o se puede volver atrás? En este ensayo, Damon Krukowski, excomponente de Galaxie 500 y miembro del dúo Damon & Naomi, explica con una prosa nítida de dónde venimos –el paradigma analógico– y hacia dónde estamos yendo, y durante el trayecto relata de manera detallada la transformación de los sistemas de producción y grabación y de los cambios en nuestro oído, y por extensión en nuestro cerebro. Lo nuevo que tenemos, y lo bueno que hemos perdido: la comunicación a partir del ruido, la distorsión, los crujidos, los accidentes. Lo que John Berger identificó como diferentes maneras de ver, Krukowski lo lleva al ámbito del sonido para identificar diferentes maneras de escuchar, y cómo cada una de estas opciones implican actitudes culturales irreconciliables.
A partir de la música, y de su reivindicación del ruido analógico y del proceso artesanal, Krukowski se propone explorar en un sentido amplio la cultura contemporánea, y analizar cómo vivimos en el incontenible flujo de información digital hasta plantear la última pregunta, la más importante: ¿es aquí donde debemos estar, o hay una alternativa que consista en desconectarse y regresar a un nuevo paradigma analógico?