En 1910, el famoso explorador danés Ejnar Mikkelsen decidió emprender un viaje en busca de los diarios de la malograda expedición de Mylius-Erichsen –Denmark Expedition-, que había partido para probar que el trazado de Robert Peary de la costa este de Groenlandia era una fantasía, errónea y presumiblemente interesada. El mecánico Iver Inversen se unió a Mikkelsen en Islandia donde el barco de la expedición tuvo que ser reparado. Varios meses más tarde, Mikkelsen e Inversen se embarcaron en un viaje a lo largo del que iban a padecer literalmente todas las penalidades del repertorio ártico: frio implacable, escorbuto, hambre, congelación, ceguera de la nieve, caídas en agua helada, un trineo que se comportaba como Sísifo, envenenamiento por vitamina A, perros que morían de hambre, tormentas apocalípticas, grietas enormes y un buen surtido de sufrimientos físicos. Incluso uno de los cuadernos del diario de Mikkelesen sería comido un oso. Tres años sin esperanza de rescate llevarían a cualquiera a la locura, y sin embargo ambos mantuvieron la cordura y el sentido del humor durante todo aquel tiempo. De hecho, lo que probablemente los haya salvado haya sido su resistencia mental a ceder a la desolación que los rodeaba.
Un clásico de la supervivencia ártica y una notable historia de compañerismo frente a la adversidad, que en 2022 ha sido llevada al cine por Peter Flinth con Nikolaj Coster-Waldau en el papel del capitán Ejnar Mikkelsen y Joe Cole, que interpreta al maquinista naval Iver Iversen. El mismo año de la aparición de esta primera traducción al español de la obra original danesa.