A caballo entre dos de las cordilleras más bellas del continente euroasiático, desplegada sobre sus fértiles llanuras, sus altas mesetas o sus verdes colinas, Georgia no puede ser más atractiva para el viajero, quien no dejará de sorprenderse ante los constantes cambios del paisaje y del clima; ante la belleza impresionante de cada valle, de cada poblado troglodita, ante un monasterio encaramado sobre una montaña o ante
las evocadoras ruinas de un castillo... Veremos la
roca donde fue encadenado Prometeo, el río que remontó Jasón para llegar a Kolkheti. Nos dejaremos embriagar por la que es, según dicen, la cuna del vino, y atrapar por la amabilidad y la siempre sorprendente generosidad de sus habitantes.