Los baños de bosque tal y como los conocemos tienen su origen en la palabra japonesa shinrin-yoku, cuya traducción literal sería «tomar la atmósfera al bosque» o «baño de bosque». El Instituto de Baños de Bosque define esta práctica como una experiencia sensorial. Sus beneficios terapéuticos parecen estar probados científicamente, pero coincidiremos en que pasar un tiempo en contacto con la naturaleza, sentados en la orilla de un arroyo, viendo los pájaros pasar, cuanto menos, relaja.
En esta guía proponemos 50 rutas por espacios naturales de gran belleza con el fin de disfrutar de la naturaleza y conseguir aprovecharse de los beneficios que esta aporta al hombre: está comprobado que el contacto con la naturaleza reduce el estrés y tiene ventajas para la salud.
Tienes en tus manos la primera guía de viajes relacionada con los baños de bosque, elaborada desde la perspectiva del respeto por los espacios naturales. Alex Gesse y su equipo de colaboradores han seleccionado cincuenta rutas que buscan abarcar el máximo de la geografía española, que sean realmente atractivas para todos, que no estén demasiado concurridas y que permitan disfrutar de los beneficios que la naturaleza produce en el ser humano. Otra característica de los itinerarios seleccionados es que no son demasiado largos. La mayoría está por debajo de los dos kilómetros, ida y vuelta, pues lo que se busca es entrar en contacto con la naturaleza, encontrar la perfecta simbiosis entre esta y el ser humano. Eso exige pararse, relajarse, observar y poner en funcionamiento todos los sentidos. En un mundo en el que todo va demasiado rápido, los baños de bosque implican caminar despacio, sentir el sendero, tocar los árboles, el agua, oír el canto de los pájaros, el ulular del viento, la caída de las gotas del rocío...
Muchas de las rutas son caminos habituales de senderistas... Lo que las diferencia es que lo importante no es llegar a un lugar, sino disfrutar de la experiencia de convivir con el bosque y sus habitantes, independientemente de la forma y tamaño.