Lalic asistió desde niño al desmembramiento de su Serbia natal. Por eso estableció vínculos sólidos con su pasado e hizo de la Naturaleza su referente: era lo único seguro, lo que le pertenecía como les perteneció a los Románticos. Por eso construye un mundo poético propio con la tierra, el aire, las piedras, el sol. Elementos libres, como él. Y con ellos marca el camino hacia la recuperación de los vínculos que sentimos perdidos: la tradición, la historia, la palabra y la lengua, que considera pilares de la cultura humana.
Enlaces interrumpidos es el rito de paso poético de Lalic; la obra que marca una transición de su poesía juvenil, brillante y vívida, hacia los versos más complejos y medidos de sus últimos años. Gran renovador de las letras serbias y admirado por autores de la talla de Charles Simic, en esta obra demostró ser un adelantado a su tiempo. Sus versos, escritos hace casi 50 años, son una anticipación de lo que escriben hoy las voces europeas.