No hace muchos años en Barcelona, en La Rambla se podía encontrar a vendedores de pescado; en Montjuïc se celebraban carreras de motos y coches; había un canódromo en medio de la ciudad; el litoral barcelonés todavía no tenía playas, y de la estación de Francia, por encima de las vías del tren, bajaban riadas de gente cargada con maletas. Era la ciudad preolímpica que sale retratada en este libro del fotógrafo autodidacta Jordi Pol.
Sus fotografías muestran la Barcelona de los años sesenta, setenta y ochenta del siglo XX con un estilo que nos remite a la fotografía de calle: próxima y centrada en el gesto de las personas y sus miradas. A través de las imágenes de Jordi Pol, los nostálgicos recordarán la Barcelona de su tiempo y las nuevas generaciones descubrirán un imaginario que les sorprenderá tanto o más que lo que ven cada día con las aplicaciones de sus móviles.