A través de las fuentes del Nilo, más allá de las Montañas de la Luna, la jungla y los grandes lagos. Hasta encontrar la gran fauna africana, los últimos gorilas de montaña, reyes de dinastías pasadas, los pastores Bahima y los pigmeos Batwa.
Uganda es un ejemplo de cómo las grandes fragancias vienen en frascos menudos. La vasta potencia natural y cultural de África se encuentra milagrosamente recogida en este pequeño rincón del continente . El País de la Grulla hace tiempo que luce con orgullo el título de "perla de África". Es un rico mosaico de paisajes que da cobijo a prácticamente cualquier animal africano que pueda imaginarse. También es un crisol cultural con algunos de los pueblos indígenas más antiguos y amenazados de la Tierra.
El nombre de Uganda está escrito con letras de oro en la historia de la exploración. No en vano, es el hogar de los grandes lagos africanos, las fuentes del Nilo blanco y la mítica cordillera de los Rwenzori, conocidas desde la antigüedad como Las Montañas de la Luna. Fue en estas tierras bendecidas por la naturaleza, donde tuvieron lugar las hazañas de algunos de los exploradores decimonónicos más destacados como el capitán Richard Burton, John Hanning Speke o Henry Morton Stanley. Gracias a la fortuna que buscaron- y en ocasiones encontraron- en Uganda, sus nombres se convirtieron en leyenda.
Pero más allá de la belleza del País de la Grulla y las proezas que en él tuvieron lugar, Uganda se coló en el corazón del autor por varios motivos. En primer lugar, fue su debut en África, la culminación de un sueño. Segundo, le salvó la vida en su hora más oscura. Finalmente, le cambió para siempre. “Soy quien soy a raíz de aquel viaje iniciático”.