En Mierda y catástrofe, de forma deliberadamente fragmentaria, el filósofo y crítico Fernando Castro Flórez plantea reflexiones de urgencia sobre los paisajes violentos y accidentales que se nos administran cotidianamente. Del freakismo a la atracción hipnótica del vacío; de la cultura digital y la adicción a los videojuegos al análisis del aeropuerto como no-lugar por excelencia; de los performances extremos a la retórica del archivo; del Arte Povera al Land Art, se va trazando un panorama que es, al mismo tiempo, desolador y excitante, empantanado y provocador, para con todo reivindicar el paseo como generador de experiencia, como si hubiera todavía posibilidades para gozar del arte de perderse.