A Quico le encanta planificar todo; a Poppy, no. Él es previsor; ella prefiere siempre dejar las cosas para luego. A pesar de eso, son grandes amigos. Así que cuando Poppy se queda sin comida para afrontar el largo invierno, Quico se ofrece a ayudarla. En su búsqueda de alimento, llegarán a la alta montaña Holler, donde ningún ratón se había atrevido a subir en muchos años. Una irresistible pareja que, pese a sus caracteres opuestos, disfruta de su amistad y afronta la vida con humor y camaradería.