Bajo cielos inmensos (The Big Sky) fue llevada a la gran pantalla por Howard Hawks en 1952 y se estrenó en España con el título de Río de sangre.
Alfred Bertram Guthrie nació en Indiana en 1901 y, aunque ejerció muchos años como periodista, finalmente se dedicó a la ficción. Escribió novelas de misterio, cuentos infantiles, fábulas de animales, ensayos y una autobiografía, y dedicó cinco novelas a evocar la historia de Estados Unidos y su construcción como país. Aunque la segunda de la serie, TheWay West, recibió el premio Pulitzer en 1950, la primera, Bajo cielos inmensos (1947), se considera su obra maestra.
Bajo cielos inmensos evoca fiel y emocionadamente la era de los tramperos y los tratantes de pieles. La novela, eterna integrante de las diez mejores novelas western de todos los tiempos, nos cuenta la historia de Boone Caudill, un joven de diecisiete años que, harto de soportar a su padre, se escapa de la granja en la que vive, en Kentucky. Está fascinado por los relatos de su tío Zeb Calloway, un auténtico mountainman que había cazado búfalos, luchado contra los indios y viajado a los lejanos confines del país. Boone se encuentra en su huida con otro muchacho soñador, Jim Deakins, y ambos decidirán viajar hacia las regiones inexploradas que se extienden hacia el oeste. Más tarde, se enrolarán en la barcaza Mandan que, capitaneada por el traficante de pieles Jourdonnais y en compañía de un cazador llamado Dick Summers, pretende remontar el Missouri hasta llegar a la lejana y peligrosa tierra de los «pies negros» para comerciar con ellos. A partir de aquí, al lector le esperan cuatrocientas páginas de aventuras, descripciones de una naturaleza aún virgen y salvaje y maravillas que no conviene revelar aquí