Amos McGee, el cuidador del zoológico, es muy dedicado a su trabajo. Tanto, que quiere llevar de paseo a sus amigos, pero para ello tendrá que terminar sus tareas a tiempo. Sin embargo, está tan preocupado que el día anterior al viaje no puede dormir bien, así que a la mañana siguiente se queda dormido y pierde el autobús. Cuando llega al trabajo ha perdido ya su gorra, todo es un caos y no puede evitar quedarse dormido en un banco. Por suerte sus amigos salvan el día.