El esfuerzo siempre tiene recompensa.
Osvaldo es un pequeño elefante que quiere dedicarse a la música, por eso decide mudarse a la gran ciudad y matricularse en el conservatorio. Pero el pobre Osvaldo se dará cuenta de que no es apto para tocar el piano, ni la flauta travesera, ni los bongos, ni tan siquiera el tambor. El primer día en el conservatorio resulta un desastre. Sin embargo, cuando está a punto de marcharse, descubre que no es tan torpe como piensa.