Las sociedades hiperterapéuticas están criando adultos inmaduros
Las nuevas hornadas generacionales, los millennials y los Z, han sido criadas con enfoques terapéuticos y padres hipervigilantes que estaban obsesionados con la felicidad de sus hijos. Sin embargo, esos niños son hoy jóvenes solitarios, ansiosos, deprimidos e inseguros. Asegura Abigail Shrier que «los miembros de la nueva generación no están en absoluto preparados para llevar a cabo tareas básicas que se esperan de cualquier adulto» y «desconfían de los riesgos y las libertades que implica el hecho de madurar».
¿Cómo es posible que las generaciones educadas con más cuidados sean las menos preparadas para la vida adulta? Este libro trata de responder a una pregunta que concierne a toda la sociedad, cuestionándose la crianza de niños que han vivido rodeados de orientadores, psicólogos y trabajadores sociales, con padres-amigos y sin el viejo principio de autoridad.
En Mala terapia, Shrier, una de las pensadoras más lúcidas y atrevidas del momento, no duda en señalar a la industria de la salud mental como una pieza clave en la forja de padres inseguros y niños incapaces de madurar. La autora de Un daño irreversible identifica los efectos contraproducentes de las terapias, que han reducido a los jóvenes a seres emocionalmente dañados.
«Al ir metiendo a niños normales con problemas normales por una máquina enorme y sin parar, la industria de la salud mental está fabricando más pacientes de los que puede llegar a curar», señala la autora en este revelador ensayo tejido con cientos de entrevistas a psicólogos, padres, profesores y jóvenes.
¿Es hora de replantearse la crianza?