La fortuna que como narrador alcanzó Cervantes con el Quijote no sirvió para abrirle las puertas del teatro de su época, coto vedado para quien no estuviera dispuesto a secundar las huellas de Lope de Vega. No habiéndoles podido estrenar, un año antes de su muerte publica Cervantes, junto a ocho comedias, los ocho entremeses que se recogen en el presente volumen y que constituyen una cuna del teatro cómico universal.
En ellos despliega el autor toda su capacidad irónica y crítica a fin de censurar, entre burlas y veras, algunos de los principales vicios de su tiempo y de cualquier tiempo: la incultura, la corrupción, el poder del dinero, la hipocresía social, todo un vasto retablo de la necedad humana.